Para su cultivo, el limón persa requiere, idealmente, de temperaturas que van desde los 25 a los 31 °C. Y aunque esta variedad presenta sensibilidad a las bajas temperaturas sus árboles pueden aguantar hasta los 4 o 5 °C sin morir. Es por ello que lo hace más redituable, en comparación con otros cítricos o frutos que se cosechan sólo por temporadas. |